Aunque todos usamos las famosas chanclas, para ir a la playa o a la piscina, ¿por qué no es un calzado muy adecuado para el verano?
Las chanclas al no ofrecer un soporte adecuado al pie, hay una tendencia a curvar los dedos para sujetarlas, los pasos que se dan son más pequeños y hay que realizar un esfuerzo extra al caminar, que supone tensar de forma continua músculos.
Al andar con chanclas se estira la fascia plantar causando inflamación (fascitis), dolor o cansancio.
A corto plazo se podrían producir lesiones como esguinces, dolores en talones (talagias) y arco del pie, y a largo plazo podrían causar fracturas por estrés o, incluso, juanetes.
Por eso limita el uso de las chanclas en verano y no tendrás molestias en tus pies.